1ª REUNIÓN

Porque a lo que habíamos tenido hasta entonces no podía considerársele reunión.

Porque siempre había llegado alguien en quien nos habíamos centrado obviando al resto de sus compañeros. 

Porque nunca habíamos estado todos.

Y cuando digo todos, hablo de todos los que habían pasado por allí desde que habían comenzado las reuniones. 

Así que mi sorpresa ha sido más que mayúscula cuando al entrar al colegio, resignado como en escasas ocasiones he estado a lo largo de mi vida, he enfilado el pasillo que conduce al aula y me he topado con una multitud que no esperaba encontrarme en absoluto.

Marisa y Silvia.
También Julio y Jaime.
Joaquín y Jacobo.
Y los tres últimos en llegar: Jordi, Joselu y Javier.
En ese orden, lo que me ha alegrado mucho, entre otras cosas, por poder ver a Joselu junto a Jordi sin que el primero reniegue de compartir oxígeno con el segundo.

Había pataleado, me habían ignorado, había hecho el amago de tirar la toalla y la suerte me deparó una pequeña alegría. Porque, para qué negarlo, me ha encantado ver a todo el mundo allí presente. He pensado que segundos después me arrepentiría, es más, lo he dado por hecho; sabía que enfrentarme con 9 personas con sus respectivos conflictos no podía propinarme sino más disgustos, pero en ese primer contacto no he podido hacer otra cosa que mostrarme risueño e incluso me atrevería a decir que orgulloso.

Pero eran 9 personas. Y ninguna me era desconocida. Tampoco los motivos que los habían llevado hasta mí.

Y tampoco podía olvidarme de mí mismo. 

El asistente número 10.

El caso es que rápidamente he establecido la dinámica a seguir dadas las circunstancias: presentación breve y concisa de cada uno de ellos para refrescar memorias y actualización del caso, es decir, contar cómo se encontraba cada uno en ese instante. El orden para participar ha sido el que ellos mismos han ido marcando al unirse a las reuniones.

Marisa ha sido quien ha roto el hielo.

MARISA: Llevo años manteniendo una relación en secreto con un hombre casado. Un señor. Vamos, un anciano. Mujer, hijos, nietos, ya sabéis. No penséis que es algo estrictamente sexual porque no es sólo eso. Si fuese sólo eso haría mucho tiempo que se habría acabado. Y en la actualidad, bueno, nos vimos hace poco, durante las últimas vacaciones, un rato, una situación muy tensa. Podría decirse que nos vimos para discutir, que fue una especie de portazo, bastante decisivo, diría yo. Aunque a lo mejor estoy exagerando. No sé. Diría que fue un portazo.
JOTA: ¿Eso quiere decir que piensas que la relación está rota?
MARISA: O a punto de romperse.
JOTA: Volveremos contigo cuando hayan intervenido todos y a ver cómo podemos ayudarte.
MARISA: Perfecto.
JOTA: Silvia, si eres tan amable.
SILVIA: Estoy a punto de casarme pero hace tiempo tuve “algo” con otro chico, “el amor de mi vida”, con el que no me porté muy bien en su día porque, bueno, porque no nos entendimos. Ese chico ha regresado hace poco a mi vida y la idea de casarme ya no me parece tan agradable.
JOTA: ¿Es así como te sientes ahora mismo?
SILVIA: Supongo. Ya sabéis que mi coco no está muy despejado así que no sé bien ni que pienso, ni que siento, ni nada.
JOTA: ¿Con tu novio va todo bien?
SILVIA: No sé cómo va nada, ya te digo. Creo que eso también va a trompicones. En una de las caídas él me ayudó a levantarme, me puse a llorar sin motivo y ha empezado a mosquearse. No sé si me entendéis. 
JOTA: ¿Y qué pasa con tu amigo?
SILVIA: No sé nada de él desde hace tiempo. Cuando nos reencontramos le rogué que no me agobiara, que se pusiera en mi lugar, que me alegraba mucho que hubiera vuelto pero que ya nada podía ser como antes. Vamos, que podíamos ser amigos pero que tendríamos que ir poco a poco.
JOTA: Pero parece que no te ha hecho falta verlo en persona para que te afecte.
SILVIA: Ya.
JOTA: Ahora volvemos contigo. Gracias. Julio, bienvenido de nuevo. Cuéntanos.
JULIO: No tengo mucho que contar. Sigo igual que siempre. No sé. La sigo teniendo como siempre. Pequeña.
JOTA: La tienes normal, recuerda que hasta las chicas te lo dijeron. ¿Por qué no te pasaste el lunes?
JULIO: No sé. Es que no sé si podéis hacer algo por mí.
JOTA: Ya comentamos que lo único que te hacía falta era un poco de confianza en ti mismo y muy bobos teníamos que ser todos para no poder subirte la autoestima, hombre. Dime, ¿has estado con alguna chica desde que no te vemos?
JULIO: No. Nada.
JOTA: Entonces, ¿estás bajo de moral o qué?
JULIO: ¿El qué?
JOTA: Que si te sientes mal.
JULIO: ¿Por qué?
JOTA: Por la causa que te trajo aquí.
JULIO: ¿Eh?
JOTA: Que si te sigue preocupando lo del tamaño de tu pene.
JULIO: ¡Ah! Pues sí. No sé.
JOTA: Bueno, vamos a ver qué te dicen luego tus compañeros. Gracias por volver. Jaime, ¿qué tal?
JAIME: Bien. La mía tampoco ha cambiado: la sigo teniendo grande.
JOTA: Vale. Es una buena noticia. Supongo… ¿Cómo te ha ido desde que estuviste por aquí?
JAIME: Cojonudo.
JOTA: Vaya. Más buenas noticias. Cuéntanos.
JAIME: Pues que el finde me ligué a una tía y nada, nos enrollamos, nos fuimos a su piso, nos pusimos a tono y nos acostamos. Vamos, que le eché un quiqui.
JOTA: Ya, ya, te hemos entendido. Sin entrar en detalles, ¿todo salió bien?
JAIME: Más o menos. Al principio, pues lo de siempre, la tía al verme el cacharro pues se acojonó pero me acordé de lo que me dijisteis.
JOTA: ¿Seguiste el consejo que te dio Silvia?
JAIME: Sí. Me concentré en calentarla para que todo fuese de puta madre y ahí estuve un ratazo. Pero nada.
JOTA: ¿Cómo que nada?
JAIME: Pues que la tipa era como el hielo, macho, no se calentaba ni para atrás.
JOTA: Pero a la hora de ligártela no tuviste ninguna complicación.
JAIME: No, pero es que las complicaciones siempre llegan cuando me la saco.
JOTA: Ya. Entonces no hubo nada que hacer.
JAIME: Ya te digo que más o menos. Resultó que la tía estaba obsesionada con…bueno, ya sabes, con las… grandes…
JOTA: Con las… grandes…
JAIME: Con las pollas grandes.
JOTA: Oh, de acuerdo. Estoy alelado. Disculpa.
JAIME: Pues el caso es que cuando me la vio pues quiso probar a toda costa.
JOTA: Pero no se excitaba.
JAIME: No se mojaba ni para atrás la tía. Quería probarme pero no se calentaba. Y ese fue el problema.
JOTA: No sé si me atrevo a preguntarte qué pasó…
JAIME: Pasó que lo hicimos, yo disfruté, más o menos, y ella… Fatal.
JOTA: ¿Cómo de fatal?
JAIME: Como para tener que ir a urgencias por un desgarro.
JOTA: Joder.
JAIME: Así que nada, o tenía el chichi muy estrecho o el consejo que me diste no sirve.
SILVIA: Quizás deberías plantearte si el que no sirve eres tú.
JAIME: ¿Pero qué me estás contando?
SILVIA: Que hay que ser muy bestia para hacerle un desgarro a una mujer, macho. Si veías que le dolía, ¿por qué no paraste? No me lo digas: porque tú estabas disfrutando, ¿a qué sí?
JAIME: Pero tronca, deja de comerme la cabeza. No inventes. Si me la follé fue porque se puso muy plasta y no iba a aceptar que le dijera que no. Su sueño era catar una polla como la mía y yo se la di. Si quería probar un buen rabo, yo qué le voy a hacer. Demasiado que la acompañé al hospital.
SILVIA: Qué buena persona. Te van a poner una calle y todo.
JOTA: Venga, ya es suficiente. Una vez se hayan pronunciado todos, entonces podréis discutir. Y cuando digo discutir me refiero a debatir, no a reñir entre vosotros. Jaime, ¿esa chica está bien?
JAIME: Y yo qué sé. Fui con ella al hospital y allí la dejé.
JOTA: Las consecuencias de hacer realidad un sueño.
JAIME: ¿Eh?
JOTA: Nada. Pensaba en voz alta.
SILVIA: Yo alucino.
JOTA: Continuemos. Procurad mantener la calma porque aún quedan compañeros sin hablar y no es justo que gastemos tiempo en tonterías, por favor. Joaquín eres el siguiente.
JOAQUÍN: Hola, me llamo Joaquín y solamente me gustan las chicas gordas.
JOTA: Perfectamente resumido. ¿Cómo te encuentras? ¿Estás más tranquilo?
JOAQUÍN: No mucho. No sé.
JOTA: ¿Alguna novedad?
JOAQUÍN: Mi novia, que ha empezado a sospechar que si no funciono a la hora de fo… a la hora de hacerlo es porque tengo a otra.
JOTA: Sería más fácil si le contases lo que ocurre, ¿no crees?
JOAQUÍN: No sé.
JOTA: ¿Piensas que podrías hacerle daño diciéndole la verdad?
JOAQUÍN: Sí. No sé.
JOTA: Te veo un poco desanimado.
JOAQUÍN: Es que está tan flaca…
MARISA: Eso no es ningún problema. A no ser que estemos hablando de anorexia y cosas así, que no lo creo.
JOTA: Piensas que si le dijeras lo que te pasa le harías daño pero es probable que ella ya esté pasándolo mal porque no sabe lo que te pasa.
JOAQUÍN: Es que encima me ha pasado ya unas cuantas veces.
JOTA: ¿A qué te refieres?
JOAQUÍN: Pues que no consigo… ponerme en función.
JOTA: Entiendo. Por eso digo que tu novia, aun cuando no le has contado nada, ya ha empezado a sospechar algo.
JOAQUÍN: Claro.
SILVIA: Todos los tíos adorando a las modelos y tú, que podías ser la excepción, estás así. Si es que no tenéis remedio.
JOTA: Tampoco generalicemos. Ya veremos qué se puede hacer por ti, Joaquín. Jacobo, te he visto asentir mientras Joaquín hablaba.
JACOBO: Porque estoy en una situación parecida.
JOTA: ¿Cómo es eso?
JACOBO: Ya sabéis que me estaba costando un poco empalmarme cuando me liaba con mi chica porque antes me dedicaba a masturbarme.
MARISA: Compulsivamente.
JAIME: ¿Cuántas veces son esas?
JACOBO: No lo sé. Muchas.
MARISA: Demasiadas.
JACOBO: Pero nunca me había afectado ir descargado.
MARISA: Exprimido más bien.
JOTA: Marisa, por favor.
MARISA: Lo siento.
JACOBO: Hasta que me afectó. Al principio más o menos pude disimular, mi novia ni sospechó nada ni se lo tomó a mal…
MARISA: Hasta que te descubrió.
JOTA: Marisa, es él quien tiene que contar su historia.
JACOBO: Como en el caso de Joaquín, mi novia también sospecha que me veo con otra.
JOTA: Y como en el caso de Joaquín, ¿no crees que sería todo mucho más sencillo si le contases la verdad?
JACOBO: No me creería. Podría entregarle pruebas de lo que hago y no me creería. Podría estar conmigo un viernes, verme en acción, en directo, y tampoco me creería. Ella siempre va a pensar que hay otro motivo, el que a ella le convenga más.
MARISA: Hombre, si estuvieses con ella algún viernes no estaría mal que en vez de en ti mismo te centrases en ella.
JACOBO: No sé.
JOTA: ¿Estáis muy mal ahora mismo?
JACOBO: ¿Quiénes?
JOTA: Tu novia y tú.
JACOBO: Bastante. No sé ni cómo estamos.
JOAQUÍN: A mí me pasa lo mismo. No sé si estamos juntos o qué.
JOTA: Vaya. Bueno, ánimo. Ya veremos qué podemos hacer por vosotros. Jordi.
JORDI: Buenas.
JOTA: ¿Qué tal estás?
JORDI: Bien, bien.
JOTA: Tú llegaste el lunes, eres de los últimos en incorporarse pero aún sí dime, ¿te ha pasado algo en estos dos días?
JORDI: Poca cosa.
JOTA: ¿Cómo vas evolucionando?
JORDI: No sé a qué te refieres.
JOTA: A si has vuelto a sentir ganas de verte con chicos.
JORDI: Ah. No sé. Bueno, supongo que sí.
JOTA: Supones.
JORDI: Sí. No sé.
JOTA: ¿Has estado con alguien desde el lunes para acá?
JORDI: Sí. El lunes mismo, al salir de aquí.
JOTA: Si que saliste motivado.
JORDI: Sí, al contar lo que me pasaba y eso.
JAIME: ¿Y qué es lo que te pasa?
JOTA: Hazles un resumen a Julio y a Jaime, que no te conocen.
JORDI: Soy heterosexual, me gustan las mujeres, siempre me han gustado pero me pasó algo con otro tío y desde entonces me gustan también las…penes.
JOTA: No sé por qué os ha dado hoy a todos por cortaros a la hora de llamar a las cosas por su nombre como siempre hacéis. No lo entiendo. Hablad de forma natural, yo no os voy a reprender por eso. Os reprenderé cuando faltéis al respeto a alguien.
JORDI: Bueno, que soy hetero pero que me gustan las pollas.
JAIME: Pues yo tengo una que te encantaría. Larga y gorda. Cómo te lo ibas a pasar, amigo.
JOSELU: Otro maricón. Me cago en…
JAIME: Que yo estoy de coña, ¿eh? A mí los maricas ni en pintura. Como mucho se la enseñaría para que sintieran envidia.
JOTA: Si antes lo digo, antes empezáis a hacer el tonto. Por favor, centraos. Comentarios constructivos. Tan sólo me valen las opiniones por subjetivas y equivocadas que puedan ser, pero el ataque gratuito no voy a consentirlo. Continúa.
JORDI: Eso, que el lunes estuve con un tío.
JOTA: Eso significa que venir aquí no te fue de mucha utilidad.
JORDI: Pues diría que no.
JOTA: Paciencia. Seguro que conseguimos que des un pasito entre todos. Joselu, ahora sí puedes hablar.
JOSELU: Yo también sigo igual.
JOTA: Ya me he dado cuenta.
JOSELU: Pero no he estado con nadie, no me ha dado tiempo. Pero a lo mejor mañana que es jueves salgo y alguna cae.
JOTA: ¿Por qué no les cuentas a los demás qué clase de chicas te gustan?
JOSELU: Extranjeras. Me gustan extranjeras. Me da igual de dónde. Y también el color. Pero me gustan más las de fuera que las de aquí.
JOTA: Le gustan extranjeras pero sus convicciones morales, llamémoslas así, no le permiten disfrutar al 100% de sus conquistas.
JAIME: Pues no eres tú quisquilloso, macho. A mí con que estén buenas me vale.
MARISA: Y si no lo están también.
SILVIA: Con que se bajen las bragas se conforma.
JULIO: Aunque a veces le sale el tiro por la culata.
JAIME: Los tres contra mí, ya os vale. Si queréis me la saco, a ver si así os calláis la boca.
JOTA: Ni se te ocurra seguir por ahí.
JAIME: No pensaba seguir.
JOTA: Por si acaso.
JAIME: Y a ti picha corta, lo mismo te digo. Ya quisieras tener lo que tengo yo aquí.
JOTA: A ti tampoco se te ve demasiado contento, sino no estarías aquí.
JAIME: Yo sé de lo que hablo.
JOTA: Yo también lo sé. Todo el mundo sabe de qué hablas.
JAIME: No me la sacaré porque apenas me baje la bragueta seguro que el heterogay este se tira a por ella en plancha.
JOSELU: Qué cabrón.
JOTA: Antes se la has ofrecido tú mismo.
JAIME: ¿El qué?
JOTA: ¿Qué va a ser? Eso de lo que tanto presumes y que tantos quebraderos de cabeza te da.
JAIME: A mí mi polla no me da ningún quebradero, solamente me da alegrías. Y a ellas mucho placer.
SILVIA: Que se lo pregunten a la del desgarro.
JOTA: Bueno, ya vale. Punto y final. Joselu, estábamos contigo. Por favor, sigue.
JOSELU: No tengo mucho que decir. No sé. Ya he dicho que no he tenido mucho tiempo de nada. Cuando vuelva el lunes ya te contaré si me ha pasado algo.
JOTA: Eso suena a compromiso.
JOSELU: ¿Qué?
JOTA: Que al decir que el lunes me contarás las novedades imagino que es porque piensas volver.
JOSELU: Pues no lo sé. Ya veré. Si me viene bien, sí, volveré.
JOTA: Pues aquí te esperaremos. Y para terminar, Javier, quien el lunes nos contó una historia bastante delicada. ¿Has dado algún otro paso, Javier?
JAVIER: Voy a poner en antecedentes al grupo.
JOTA: Me parece genial.
JAVIER: A ver por dónde empiezo… Bueno, yo era un niño, 11 o 12 años. Mi prima y yo siempre hemos estado muy unidos y…
JAIME: No digas más. Te zumbas a tu prima.
JULIO: ¡Puagh! Incesto, tío.
JACOBO: Anda ya, no seas tan escrupuloso que todos tenemos primas buenorras.
JULIO: Joder, pero una cosa es admitir que nuestras primas están buenorras y otra follárselas.
JOAQUÍN: La verdad es que yo tengo una prima lejana con un culo…
JACOBO: Tiene que pesar un quintal para que le guste a este.
JAIME: Estáis todos para que os encierren.
JOTA: Muy bien. Se acabó el recreo. Jaime has adivinado que es lo que le pasa a Javier. Ahora, permitidle que acabe de hablar, ¿sí?
JAVIER: Tampoco es que haya cambiado mucho mi situación. Ella sabía que yo iba a venir a la reunión, así que al salir de aquí me llamó y le conté por encima como había ido todo.
JOTA: No quiero que te tomes esto como una manera de presionarte pero, ¿le mencionaste lo del aborto?
JAVIER: No, eso no.
JOTA: ¿Y lo de romper?
JAVIER: Tampoco.
MARISA: Vamos, que no le contaste nada.
JAVIER: Ya te he dicho que le conté por encima.
JOTA: Muy por encima, por lo que veo.
JAVIER: No es algo que pueda soltarse a bocajarro. Y menos en su estado.
JAIME: Vamos, no me jodas. ¿Has dejado preñada a tu prima?
JACOBO: Como lo sabes. Con dos cojones, el tío.
JAIME: Será por tías, me cago en la puta.
JOAQUÍN: Hombre, yo a esta prima del culazo la verdad es que le haría un favor. Y como es prima lejana tampoco pasaría nada.
JAIME: Hostias, pero una cosa es que hagas un poco el guarro con tus primas y otra que se la metas y le hagas un bombo, tronco.
JOTA: Me atrevería a decir que todos los que estamos aquí aprobamos ese tema de biología, Jaime, no es preciso que hagas un repaso tan exhaustivo. Por cierto, me ha llamado la atención eso que has dicho de hacer el guarro con tus primas. ¿Sería mucho pedir que nos contases a grandes rasgos de qué estás hablando? A grandes rasgos, por favor.
JAIME: Pues que yo, como todo Dios, me he bañado con mis primas en verano y era común que acabásemos en bolas, incluso cuando éramos mayorcitos ya. Y ojo, mis primos igual. Era lo más normal del mundo. 
JOTA: Familia de nudistas. En fin, supongo que el prejuicio es del resto del mundo.
JAIME: Es que con la minga con la que la naturaleza me ha dotado no iba a tenerla escondida.
JOTA: Entonces, lo de desnudarte delante de tus primos lo hacías por enseñarle tu don.
JAIME: De pequeño no.
JOTA: Obviamente.
JAIME: Pero en cuanto crecí y la pitón creció conmigo, claro que lo hacía por eso.
JOTA: Interesante. A pesar de eso, estimo que nunca has llegado a tener nada con un familiar.
JAIME: ¿Estás loco? Ni de coña.
JOTA: Tenía que asegurarme. Pues el caso es que Javier sí que estableció una relación íntima con una de sus primas, una relación que, lejos de lo que podéis estar presuponiendo, no ha estado basada únicamente en el sexo, sino que ha sido una relación sentimental más. Entre primos hermanos, pero una relación más, al fin y al cabo. Como ya habéis averiguado, Javier ha dejado embarazada a esa chica y ha acudido a nosotros reclamando ayuda porque no es un tema que sea sencillo encarar ni superar. Así que guardad las opiniones más reaccionarias para vosotros mismos. Si no tenéis nada que decir que sea de utilidad, callaos.
JULIO: Es que es un marronazo en toda regla. ¿Qué vas a hacer tío? ¿Vas a tenerlo?
JAVIER: Aún no hemos decidido nada.
JOTA: Su familia no sabe nada, ni de la relación ni del embarazo, por supuesto.
JAIME: Aborto y a otra cosa. No te compliques.
SILVIA: Qué fácil lo ves todo. Muchos palos te hacen falta, me parece a mí.
JOTA: Haya paz. Javier todavía no ha decidido nada. Llegó el lunes y no es cuestión de elegir a la ligera.
MARISA: ¿De cuánto está? Porque por mucho que exista la posibilidad de abortar como no os deis prisa os coge el toro.
JULIO: ¿Pero ahora mismo se puede abortar? ¿Es legal?
MARISA: Esa es otra. Yo no sé si han aprobado la ley nueva ya.
SILVIA: Si se dan prisa no creo que tengan problema.
JOTA: Recordad que Javier nos dijo que querían tener ese hijo.
JAIME: Pues os va a salir un monstruito. Un hijo de dos primos. Avísame cuando lo tengáis que quiero verlo.
JOTA: Respeto, por favor.
JAVIER: Tenemos tantas cosas en la cabeza que ni habíamos reparado en esa posibilidad.
JOTA: ¿A qué te refieres?
JAVIER: A la posibilidad de que para cuando decidamos no seguir adelante con el embarazo, si es eso lo que decidimos, no nos quede más remedio que llegar hasta el final.
MARISA: Pero, ¿de cuánto está?
JAVIER: Muy poco. Semanas.
MARISA: De todos modos yo no perdería el tiempo.
JOTA: Marisa tiene razón. Necesitáis actuar ya. Estar quieto y callado no arregla nunca nada.
JAVIER: No es fácil. Tú mismo lo has dicho antes.
JOTA: Sé que no es fácil pero, ¿crees que será fácil cuando el embarazo empiece a ser evidente, cuando tu prima no pueda disimular, o cuando tengáis que ir juntos al ginecólogo? O mejor aún, ¿cuándo tenga que contárselo a sus padres?
JAVIER: No hace falta que me digas nada de eso porque es justo lo que yo no paro de repetirme desde hace tiempo.
JOTA: No es mi intención agobiarte pero lo más sensato que puedes hacer es aprovechar cada segundo de tu tiempo para afrontar este asunto. Vamos a ayudarte tanto como podamos pero tienes que espabilar.
JAVIER: Haré lo que pueda.
JOTA: Bueno, ahora que ya os habéis pronunciando todos, vamos a volver a empezar. Recordáis lo que le pasaba a Marisa, ¿verdad? Pues quiero que cada uno de vosotros diga algo sobre lo que piensa de su caso, que le dé un consejo, su opinión. Con respeto, os lo recuerdo. Es obligatorio que todos digáis algo, ¿de acuerdo? Venga, empezamos. ¿Qué tenéis que decirle a Marisa?
SILVIA: A mí me sorprendió que el otro día, el lunes, le dijera a Javier que tenía que romper con su prima. Vamos, que yo pienso lo mismo pero creo que ella podría aplicarse su propio consejo.
MARISA: ¿Qué consejo? ¿Lo de romper?
SILVIA: Claro. Le dijiste que los dos podrían compartir su vida con otras personas, que no iban a ser felices si no rompían, que nunca podrían llevar una vida normal y corriente, etcétera. Y creo que todo eso es algo que cualquiera de nosotros podría decirte a ti, algo que tú misma deberías aplicar a tu vida, a tu caso. No estoy diciendo que seas mayor ni mucho menos pero, ¿no deberías plantearte sentar la cabeza, por así decirlo?
MARISA: Pero es que tal vez yo no quiera sentar la cabeza.
SILVIA: Y me parece genial pero, ¿tampoco quieres estar con otro hombre que no sea ese anciano, como tú misma lo has llamado antes? Con un poco de suerte, “suerte”, no le busquéis tres pies al gato, se morirá antes que tú, pero quién sabe cuánto le quedará de vida. ¿En serio quieres pasar por eso? Está bien, me parece muy digno por tu parte pero, dime, ¿después qué?
MARISA: ¿Después de qué?
SILVIA: Después de que se muera. ¿Qué harás entonces? Quiero pensar que no te quedarás de luto el resto de tu vida. No te conozco demasiado pero no me gustaría que lo hicieras. De nuevo te digo, no te estoy llamando mayor, ni me lo pareces ni creo que lo seas. No lo eres, qué cojones. Pero tampoco eres una niña, ni siquiera yo lo soy, que pienso en mí a estas alturas quedándome soltera y me entra un agobio que casi no puedo soportarlo.
MARISA: Pues no lo entiendo.
SILVIA: Pues es muy fácil: la gran mayoría de las personas se casan o se juntan o viven en pareja, y es algo que hacen siendo jóvenes, más jóvenes que tú. Quiero decir, que lo hacen cuando son más jóvenes de lo que tú eres ahora. Si encima te sientas a esperar a que ese señor no esté, serás más mayor todavía. ¿Tienes idea de lo complicado que va a ser rehacer tu vida?
MARISA: A lo mejor no quiero rehacer nada.
SILVIA: O sea que te quedarás de luto y soltera hasta que tú también te mueras. Perfecto, es una opción como otra cualquiera, tú verás, es tu decisión. Yo solamente te doy mi opinión.
JULIO: ¿Ni siquiera te hace ilusión tener hijos? Lo digo porque a menudo a vosotras os hace más ilusión que a nosotros, no sé, por eso del reloj biológico y todo ese rollo.
JOTA: Gracias por la aportación, Julio.
MARISA: Reloj biológico… Si alguna vez he tenido algún reloj hace tiempo que se me ha parado.
SILVIA: Pues habrá sido porque tú has querido.
MARISA: Por lo que sea. Nunca me ha hecho especial ilusión tener hijos. Los niños no son lo mío. Así que por ese lado estoy tranquila.
JAVIER: ¿Y qué pasa con todo lo demás? Después de que se muera ese hombre, ¿qué pasará contigo?
MARISA: Pues no lo sé. Tendría que verme en esas.
SILVIA: Yo no esperaría.
MARISA: ¿Y qué quieres que haga? ¿Lo dejo antes de que se muera? Como es viejo pues lo mejor es dejarlo y que le den. Que se muera.
SILVIA: Se va a morir de todos modos. Como tú, como yo, como todos. Lo mejor hubiese sido que lo dejaras hace años.
JAVIER: Lo que pienso yo es que estar con alguien que te saca tantos años no sería malo si no fuese porque es una persona que siempre ha tenido su propia familia. Y te lo dice alguien que tampoco es quien para dar consejos, pero es lo que pienso.
JOTA: A la hora de opinar no hay que tener en cuenta lo que nos pasa a cada uno. Hay que ser consecuente, eso sí. Así que a ti, Javier, te choca que Marisa haya podido aguantar todo este tiempo con alguien que tiene una familia paralela a dicha relación. 
JAVIER: Me choca bastante, sí. Pero insisto, no soy quien para decir nada. También tengo lo mío.
MARISA: Desde luego.
JOTA: Pero hay que respetar todo lo que nos digan.
MARISA: Si no lo discuto.
JOTA: Los demás, algo tendréis que decir también. ¿Por dónde íbamos? Jaime.
JAIME: Buff, yo que sé. Es un tema chungo, no sé. Una tía joven con un abuelo. Buff…
JOTA: No siempre ha sido un abuelo.
SILVIA: Pero siempre os ha distanciado un montón de años.
JOTA: ¿Tú podrías haber aguantado tanto como ella?
SILVIA: Qué va. Ni la mitad. Pero básicamente porque nunca podría haber estado con alguien tan mayor.
JOTA: Jaime, ¿qué nos decías?
JAIME: Nada, que lo veo complicado. Vamos, lo suyo sería que dejase a ese señor, se buscase a otro y rehiciese su vida, que ya no es una niña, joder. Pero yo que sé. Cada uno que haga lo que quiera. No sé.
JOTA: Eso se da por descontado. Aquí nadie va a obligar a nadie a hacer algo que no quiera hacer. Joaquín.
JOAQUÍN: No sé qué decir.
JOTA: Lo que pienses de este tema.
JOAQUÍN: Es que no pienso nada. No sé.
JOTA: Algo pensarás. Va.
JOAQUÍN: Pues lo mismo que Jaime. No sé. Ella verá que hace con su vida. Yo tampoco estaría con alguien tan viejo, pero no sé.
JAIME: Pues mira que las viejas están todas gordas. Pillarías al amor de tus sueños si fueras al asilo a ligar.
JOTA: Suficiente, Jaime. Jacobo, te toca.
JACOBO: No sé. Si dice que apenas se ven, que al tío le cuesta “ponerse en marcha” y que la última vez discutieron y que no sabe si siguen juntos o no, la verdad es que no le veo mucho sentido a esa relación.
JORDI: Yo iba a decir lo mismo.
JOSELU: Yo también.
JACOBO: Eso está muerto.
JAIME: Como el abuelo.
JACOBO: No entro ya a valorar si está bien o mal, ni si yo lo haría o no; hay que afrontar la situación de ahora mismo, de hoy, no de ayer ni de lo que pasó. Y la cosa está clara: no hay futuro. Al menos yo no se lo veo. Y no porque a ese hombre le quede poco de vida, que tampoco lo sabemos con certeza, eso es algo que nadie sabe. Y no eres una niña, vale, pero creo que tienes tantas posibilidades de iniciar una nueva vida como cualquiera de los que estamos aquí. Y si te animamos es porque cualquier persona se merece algo mejor que lo que tú tienes ahora. Por lo menos yo lo hago por esa razón.
SILVIA: Y ahora te dirá que tampoco se merece algo mejor.
MARISA: No soy tan tonta como para decir eso.
SILVIA: Es que parece que no tienes amor propio, tía.
MARISA: Ya… Pero sí que lo tengo y sé perfectamente, lo sé desde antes de que vosotros me dijeseis nada, que es lo que tengo que hacer.
JAVIER: Y lo que tienes que hacer es lo que me has recomendado hacer a mí.
MARISA: Sí.
JOTA: Tanto tú como Javier sabéis lo que tenéis que hacer o estáis de acuerdo con hacerlo. Ahora sólo os queda dar el paso, que no es tarea fácil.
MARISA: ¿Tú piensas lo mismo?
JOTA: ¿Lo mismo que ellos? Sinceramente sí. Aunque me permitiría añadir que puede que sigas atada a esa relación y a ese hombre más por lo que fue que por lo que es. Y no sé si tienes alguna esperanza de que continúe o de que cambie a mejor pero lo veo difícil, por no decir imposible. Por todo, no solamente por la edad de él. A veces lo más sencillo es pararse y pensar: ¿qué obtengo yo de todo esto? Y si la respuesta es poco…
MARISA: O nada.
JOTA: Más a mi favor. Me pongo en tu lugar y entiendo que no quieras dejarle pero plantéate si es por algo que sientes o por lo que sentiste.
MARISA: ¿Si estoy con él por pena?
JOTA: Yo no he dicho eso.
MARISA: Pero lo digo yo: estoy con él porque me da pena. Porque lo he visto envejecer y del hombre atractivo que tanto me gustaba ha pasado a ser como un abuelo con el que has pasado ratos increíbles, que se va muriendo y del que no te quieres despedir.
JOTA: Hay que quedarse siempre con los recuerdos de esos ratos increíbles.
SILVIA: No creo que eso se pueda comparar con la relación con un abuelo.
JOTA: Ya, pero de los mayores que se van yendo también nos quedamos con lo bueno que nos dieron en vida, ¿no? Pues ya está. Marisa, tú eres quien tiene la última palabra y la única que decide sobre su destino pero piensa en lo que te hemos dicho: los buenos momentos ya pasaron, él se está yendo, es decir que ya vivió, y a ti te queda mucho por vivir. Aprovecha tu tiempo, quédate con lo bueno de la experiencia sin olvidar lo arriesgado y lo mal que pudo salir y lo bien que salió, así como lo reprochable que ha sido y que nadie os haya reprochado nada, da un paso hacia delante y comienza de nuevo. Vamos, si quieres hacerlo. Desde aquí te animamos a que lo hagas pero eres tú quien tiene la última palabra.
MARISA: Ya. Gracias. A ver por dónde empiezo. Me da miedo salir de aquí. Siempre he sido un poco cobarde para según qué cosas, aunque me veáis muy bravucona aquí dentro.
JOTA: Cualquier proyecto se comienza siempre por el principio, por los cimientos, nunca por el tejado. Punto uno. Y punto dos: no tienes que ponerte en marcha ya. Al menos aguanta hasta que termine la reunión. ¿Lo harás?
MARISA: Aquí estaré.
JOTA: Muy bien. Pues ahora vamos a empezar con Silvia y por tanto la primera en hablar serías tú, Marisa.
MARISA: Yo el problema de ella lo veo muy claro, pero desde que llegó, casi desde lo primero que dijo.
JOTA: ¿Y puedes ver la solución también?
MARISA: Sí. Bueno, es lo que yo pienso, aviso, lo que yo haría de verme en su situación.
JOTA: ¿Y qué es lo que tú harías en su situación?
MARISA: Acostarme con mi amigo.
JOTA: ¿Aun teniendo novio?
SILVIA: ¿Aun estando comprometida?
MARISA: Sí. Y sí. ¿O es que te vas a pasar toda la vida así? Mira, voy a empezar a aplicarme mi propio consejo, el mismo que le di a Javier. ¿No es suficiente martirio estar así ya? ¿No sería mejor atajar el problema desde hoy mismo? ¿Y si todo empeora? Imagínate que sales de aquí reforzada, motivada, te olvidas de tu amigo, al final te acabas casando, todo va de maravilla y de repente, ¡zas! un día vuelve a aparecer ese otro tío y vuelves a recaer. ¿Cuánto tiempo te durarían las dudas esa vez? ¿Cómo te afectarían estando casada? Lo digo porque tal vez el mero hecho de estarlo te haría sentir todavía peor, más culpable por el compromiso que tu marido y tú habríais sellado, ¿entiendes?
JAVIER: Y es que si ya habéis empezado a pelear…
SILVIA: No nos hemos peleado.
JAVIER: Bueno, a discutir o lo que sea. Que ya has estallado.
SILVIA: Tampoco he estallado.
JAVIER: Bueno, pero tu novio ya estará con la mosca detrás de la oreja y podrás fingir que son los nervios típicos antes de la boda pero como dice Marisa, una vez te cases y te vuelva a pasar, mal asunto.
SILVIA: Es que no tiene por qué volver a pasarme.
JAVIER: Imagina que te vuelve a pasar, me da igual, son suposiciones. Si ya estáis casados, los nervios ya no tienen ningún sentido. Si discutes o estallas o lo que sea qué te pasa con tu marido entonces él, digo yo, que lo va a notar y pensará, joder, pues a lo mejor no estaba nerviosa por casarse. Aquí hay algo más.
MARISA: Porque ya os habréis casado.
SILVIA: Y vuestra solución es que me acueste con el otro.
JULIO: Deberías haberlo hecho en su día. Ahora no estarías así.
SILVIA: Como si no lo supiera.
MARISA: Aún puedes hacerlo. Aún no estás casada.
JOTA: ¿Y qué diferencia hay de estar comprometida a estar casada?
MARISA: Que si lo hace ahora podrá salvar su futuro matrimonio. Y cuando digo salvar me refiero también a impedirlo.
JOTA: ¿Crees que si Silvia se acuesta con su amigo no se casará?
MARISA: Podría pasar. En cualquier caso, mejor no quedarse con la duda eternamente, ¿no? La segunda posibilidad es que se casen de todas maneras, que se acueste con el otro y aun así se acabe casando. Ahí estaría salvado el futuro de su matrimonio. Pase lo que pase, es mucho mejor hacerlo todo antes de estar unidos en sagrado matrimonio. Que sí, que existe el divorcio y patatín y patatán, pero estas cosas hay que resolverlas de antemano. Mejor no meterse en jardines que luego pasa lo que pasa...
JAVIER: Es que imagina que te casas y que, como dice Marisa, te va todo genial, ya no piensas en tu amigo, eres feliz, tienes un proyecto de vida con tu marido y de repente un día vuelves a recaer. Reaparece el otro tío y vuelves a la casilla de salida. Y bien porque te lo estamos diciendo nosotros ahora, o porque tú también lo tienes ahí adentro o por lo que sea, terminas cayendo y pruebas a acostarte con él.
SILVIA: Sé la intención que tenéis pero es que no veo ninguna diferencia entre acostarme con él ahora mismo o después de la boda.
JOTA: De todos modos, me parece que estamos hablando como si su chico fuese a enterarse. A ver, que no estoy diciendo que me parezca bien y que haya que hacerlo sin que se entere ni nada por el estilo, ni siquiera te estoy animando a hacerlo, tenlo en cuenta, pero creo que lo que te están diciendo es que es una incertidumbre tuya que tan sólo puedes resolver tú.
SILVIA: Eso suena a ánimos para que me acueste con el otro.
JOTA: Te digo lo mismo que a Marisa: mira dentro de ti. Tal vez todo sea tan sencillo como ponerle ganas, apretar y descubrir que tu novio es el único amor de tu vida. Por el contrario, si llegas a la conclusión de que antes de saber si es de verdad el amor de tu vida necesitas acostarte con tu amigo…
MARISA: Adelante.
JOTA: Tampoco es eso. Yo no te voy a animar nunca, ni a ti ni a ningún otro, a que le pongáis los cuernos. Nunca. Porque es algo que ni he hecho ni me gustaría que me hicieran. No le veo sentido.
SILVIA: ¿Entonces?
JOTA: Si después de mirarte por dentro descubres que tienes que acostarte con tu amigo, lo que yo haría es dejar a mi pareja. Y después decidir si me acuesto con el otro o no.
SILVIA: ¿Y si luego me doy cuenta de que mi novio es el amor de mi vida? ¿Vuelvo con él? Ala, así de fácil.
JOTA: Yo no estoy diciendo eso. Es más, en el caso de que dejases a tu novio para probar con otro y luego volvieras, si yo fuera tu novio te mandaría a la mierda. No sé el resto de chicos, pero yo lo haría. Mira, llámalo como quieras, amor de tu vida o como te guste más, pero si tienes tantas dudas quizás tu novio no sea el amor de tu vida.
MARISA: No hay que darle más vueltas.
JOTA: Y ten muy presente que tampoco te estoy diciendo que tu amigo lo sea. Puede ser un desastre, que en la cama no tengáis química, que haya cambiado mucho y no te guste como es. O que te encante y estéis juntos un tiempo y después se acabe. O que dure bastante y después se termine. Cuando empiezas una relación no puedes saber lo que va a durar, creo que es bueno no disponer de ese dato. Pero al mismo tiempo hay relaciones que sabes que van a durar, que no va a ser cosa de unas semanas, que lo intuyes de alguna manera, no se puede explicar, y a eso puedes llamarlo como quieras, pero es tan fácil como sentir una tranquilidad con esa persona, algo que te aporta que dices estoy bien y quiero que dure. ¿Tú sientes eso con tu novio?
SILVIA: No lo sé.
MARISA: Eso significa que no.
JOTA: No tiene por qué significar eso. Está en público, estará aturdida, está por ahí su amigo también. Son muchas cosas. Ella, al igual que muchos de vosotros, por no decir todos, necesitáis aclarar vuestras ideas, con tiempo. Y luego tomar una decisión.
SILVIA: Si supongo que tendréis razón. Alguien que está enamorado de otra persona, pero enamorado de verdad, no le da tantas vueltas. Lo siente y ya está. Y yo lo que siento es que quiero a mi chico, lo adoro, me hace sentir genial y me pasaría la vida con él. En principio… Porque aparte del miedo que me da que mi amigo reaparezca y me vuelva a hacer caer también me da por pensar en lo que me perderé una vez esté casada. Y no hablo sólo de lo que podría ofrecerme mi amigo.
JAVIER: Pero es que eso le pasa a todo el mundo. Eso es lo de menos.
SILVIA: Ya lo sé pero pienso en eso, en lo que habéis dicho, en que si estuviese enamorada por completo no tendría tantas incertidumbres. Pienso en muchas cosas. No paro de pensar. En todo.
JOTA: Pero hablas de incertidumbres generales, no parece ya un tema aislado.
SILVIA: Buff, yo que sé.
JOTA: Para no agobiarte más vamos a ver qué pueden aportar el resto de tus compañeros. Relájate un poco aunque puedes intervenir cuando te apetezca, ya lo sabes. Julio, no has vuelto a decir nada más.
JULIO: Es que no sé qué más decir.
JOTA: ¿Piensas que Silvia debería haberse acostado con su amigo en su día para evitar estar en la situación actual?
JULIO: Hombre, pues sí.
JACOBO: Yo estoy de acuerdo con lo que habéis dicho antes. Y con lo de Julio también.
JORDI: Yo también.
JACOBO: Es que si te hubieses acostado con él entonces ahora no estarías así, estoy convencido, vamos.
JULIO: Es que es eso.
JORDI: Vamos que, como ya han dicho, luego podría haberte pasado cualquier cosa. Igual que podría pasarte ahora, aunque al estar comprometida y tal todo es más complicado.
JACOBO: Deberías haberlo hecho entonces y ahora no tendrías esa espina clavada.
JOTA: Recordad dos pequeños detalles: no se puede retroceder en el tiempo y estamos hablando de algo más que de sexo.
MARISA: Bueno, pero es que ese amigo ahora mismo podría ser su novio. Podrían estar a punto de casarse. Vete tú a saber.
JOTA: Eso es. Pero sobre todo tened en cuenta que estamos hablando de ahora y que avanzamos constantemente, que no podemos dar marcha atrás.
SILVIA: Todo sería tan fácil si se pudiera…
JOTA: Pero como es imposible hay que actuar hoy para no pagar las consecuencias mañana, o atenerse a ellas, saber encararlas, pero asumiendo que nuestros errores pasados dan forma a nuestro presente, así como nuestros aciertos nos permitirán disfrutar en un futuro. Y ya no me lío más. Como Silvia no puede ir para atrás, concentrémonos en el presente.
JAIME: Yo te diría que te enrollaras con el otro, tía, que la vida son dos días. Y si te vuelve loca pues amárralo. A lo mejor es un hacha en la cama y te lo estás perdiendo.
SILVIA: Claro, así de sencillo. ¿Y qué hago con mi novio?
JAIME: Eso ya es cosa tuya. Si los dos te dan cosas buenas pues no elijas a ninguno. Quédate con los dos.
MARISA: Lo dices como si fuera lo más normal.
JAIME: Joder, a lo mejor el novio es un tío de puta madre pero no le da candela en la cama y el otro sí. A lo mejor necesita cosas de los dos. Yo que coño sé.
MARISA: Madre mía.
JOTA: No es tan descabellado como puede sonar. Silvia, tal vez consideres que no sirve para nada pero si estás realmente dispuesta a dar el paso de volver a acercarte a tu amigo podrías hacer una lista de cosas buenas y malas de cada uno. De él y de tu chico.
SILVIA: A mi amigo hace años que no lo trato. Quiero decir que por mucho que lo conociera antes, ahora no sé cómo es. No podría hacer ninguna lista. No creo que ahora pueda conocerlo tanto como antes. No sé.
MARISA: Por eso mismo arreglarías todo con acostarte con él. Quizás con besarlo ya tendrías una respuesta.
JOTA: Pero si no quiere hacerlo no la vamos a forzar. Lo de la lista, de acuerdo, no conoces tan bien a tu amigo ahora como lo conocías entonces: haz una lista con las cosas buenas y malas de tu novio. Deberes para el lunes. ¿Qué te parece?
JAVIER: Yo le pondría una tarea más.
JOTA: Adelante.
JAVIER: Quedar más con su amigo para de esa forma volver a conocerlo. Aunque sea un poquito. 
MARISA: Y poder comparar. Un poquito. 
JULIO: Joder, habláis de esos tíos como si fuesen mascotas. Compararlos…
SILVIA: Pero no es mala idea. De hecho, me apetece mucho verlo. Y supongo que lo más lógico es tratar de conocerlo de nuevo en la medida de lo posible.
JOSELU: Si lo más seguro es que te des cuenta de que ya no es como era y puedas seguir adelante con la boda tan ricamente. No creo ni que tengas que llegar al extremo de acostarte con él.
JOTA: Gracias por participar, Joselu, que habías estado muy callado. Pues nada, listo entonces. El lunes quiero que vengas con ese par de tareas hechas, ¿te parece bien?
SILVIA: Vale.
JOTA: Pues le toca a Julio. Y te toca escuchar a las chicas.
MARISA: No sé de qué tamaño estamos hablando…
JULIO: 12.
MARISA: 12. Eso, no me acordaba. Es que no sé a ella pero a mí nunca me ha importado demasiado eso.
JAIME: Si has estado siempre con ese carcamal cómo iba a importarte. Bastante faena tendrás con hacer que se le ponga dura.
JOTA: Ese carcamal no siempre ha sido un carcamal. Y te recuerdo que se puede decir lo que sea siempre que no sea a costa de faltarle el respeto a nadie.
JAIME: Pero, ¿acaso es mentira que lleva años con el señor ese?
MARISA: No es mentira, no.
JAIME: ¿Cuánto tiempo?
MARISA: Muchos años. Desde que era adolescente.
JAIME: ¿Y no has estado con otros tíos?
MARISA: No. Pero estamos hablando de Julio. Bueno, era mi turno, tú me has interrumpi…
JAIME: Entonces yo tengo razón.
JOTA: ¿A qué te refieres?
JAIME: A que si siempre ha estado con el mismo no puede saber si le gustan grandes o diminutas. Le gustará la de ese señor y ya.
JOTA: Creo que con eso es suficiente. Es con quien ha estado y quien tenía que gustarle.
JAIME: Yo sé de lo que hablo.
JOTA: No estaría de más que te entendiésemos todos.
JAIME: Si hubiese probado una como la mía, diría otra cosa, segurísimo.
SILVIA: Sí, a las mujeres nos encanta que nos hagan desgarros. Anda qué… Tienes un ego, macho.
JOTA: No os disperséis, por favor. Sea como sea, y teniendo en cuenta la edad de la persona con la que ha estado, o está, ella defiende que nunca le ha importado. De todas maneras nos dan igual los detalles específicos, ella está contenta, es su turno de palabra, estamos hablando de Julio, así que hasta aquí hemos llegado. Marisa, prosigue.
MARISA: Nada, lo que estaba diciendo. Que me da un poco igual lo que mida.
JAIME: Y yo me lo creo.
JOTA: Jaime, por favor.
JAIME: ¿Cómo le va a dar igual? Nunca en la vida puede ser igual un calabacín que un cacahuete. Nunca.
SILVIA: Pues mira, si el calabacín tiene la delicadeza metida en el culo, casi que me quedo con el cacahuete.
JAIME: Casi. Te has puesto en evidencia tu solita.
SILVIA: Era una expresión.
JAIME: Si es que sois todas iguales.
JOTA: O paráis u os echo a la calle, ya me estoy cansado de reñiros. Por favor, relax. Respetamos a quien esté hablando, lo digo de nuevo. Y tampoco se interrumpe. Y menos para decir gilipolleces. Y nada de generalizar. Marisa.
MARISA: Sí, siempre he estado con el mismo y no puedo compararlo con nadie más pero yo siempre he estado contenta en ese aspecto. Y en todos. Es como si me hablas del tamaño de las manos, yo que sé. Habrá a quien le fascinen las manos de gigante y a otras a las que les gustan más normalitas.
SILVIA: Si lo que importa es como las uses.
JULIO: Ya.
MARISA: No creo que sea un tamaño pequeño lo tuyo. No es un cacahuete.
SILVIA: Y sí te esfuerzas vas a pasar un buen rato siempre. Da igual lo que tengas ahí abajo.
JAIME: Pero casi mejor que tengas lo que yo.
JOTA: Te recuerdo que viniste porque tenías muchas dificultades para mantener relaciones sexuales a causa de lo que tienes, Jaime. ¿O lo has olvidado ya?
MARISA: A lo mejor le ha encogido.
JAIME: A lo mejor lo que te hace falta es un polvazo. Cuando quieras te la enseño y si te gusta, ya sabes.
JACOBO: Hostias, qué cabrón. Le has dado donde duele.
JOTA: Jaime, te concedo media oportunidad más. A la próxima te vas.
JAIME: Nada, tranquilo, que ya me voy yo.
JOTA: No he dicho que te vayas.
JAIME: Pues me voy de todas maneras. Antes de que me eches tú, me piro yo.
JOTA: Como quieras pero no te estoy echando.
JAIME: Es que a mí no me echa nadie de ningún sitio y menos de una puta mierda como esta. Ahí os quedáis. Qué os vaya bien, tarados.
JOTA: La primera baja. Si alguno más se quiere marchar, adelante. Ya habéis podido comprobar que la puerta está abierta. ¿Nadie? En fin, continuemos. ¿Por dónde íbamos? 
JOAQUÍN: Como se ha ido Jaime creo que me toca a mí.
JOTA: Pues dale.
JOAQUÍN: No sé el resto de los que estamos aquí pero quien más y quien menos ha tenido bajones a cuenta del tamaño de su… miembro.
JOTA: Que no habléis con florituras, expresaos como hacéis en la calle si os va a ser más cómodo. Soy el moderador, no el censor. ¿Cómo llamas a tu pene normalmente? ¿Polla? Pues polla, ya está.
JOAQUÍN: Pues eso. Que todos nos hemos preguntado alguna vez si la tenemos grande o chica.
JACOBO: Más bien es si la tenemos chica.
JAVIER: Incluso muy chica.
MARISA: Lo de demasiado grande es cosa de Jaime y poco más.
JAVIER: Desde luego, porque el resto de los mortales, normalita.
JOTA: Eso no es malo.
JAVIER: No, no, si no digo que sea algo malo. Pero que nunca nos planteamos esas cosas por exceso. Por desgracia.
JOTA: Ya.
JOAQUÍN: A mí me pasaba que tenía mucho pelo por esa zona y, claro, tenías 16 o 17 años y estabas por ahí con alguna chavalilla y no sabías como iba a reaccionar cuando te la viese y cuando además viese ahí toda esa selva. Y una vez metidos en harina descubrías que le daba igual el pelo, si te medía mucho, poco. Le daba igual todo. Con estar a gusto, valía.
JAVIER: Y ahora cualquiera va sin depilarse.
SILVIA: A mí me gustan con pelo.
MARISA: Hombre, un término medio, ni osos ni depiladitos como muñecas. Aunque si tengo que elegir entre esos dos, mejor con pelo. Eso de estar con un tío con menos pelo que yo… No entiendo esas modas de ahora.
SILVIA: Van más femeninos que nosotras. Parecen todos gais.
MARISA: Ya te digo, tía. Como para ponerte a ligar así sin más. Tienes que tener saber escoger muy bien.
JOTA: Joaquín, nos estabas contando tu experiencia.
JOAQUÍN: Que yo creo que le damos más peso del que tiene en verdad. No sé. Ya os digo, de chaval, las primeras veces que tonteabas y tal, pues tenías ese miedo pero poco a poco te vas dando cuenta que es más cosa tuya que de los demás. De las demás, quiero decir.
JOSELU: Si hablas de Jordi, de los demás está bien dicho.
JOTA: Ya habéis visto cómo ha acabado Jaime. No me gustaría echar a nadie más.
JACOBO: Recuerdo que con mi primera novia yo estaba acojonado por eso mismo. Pensaba, verás tú, que la voy a tener pequeña, o torcida, o no le va a gustar, no sé qué. Y al final nada. Si te lo montas bien es que no se para ni a mirar.
JAVIER: No va a sacar una regla.
JULIO: La tía que se rio de la mía por poco saca una para medírmela.
JAVIER: Pero, ¿cuántas veces te ha pasado eso?
JULIO: Una. Esa nada más.
JAVIER: Pues ya está. Tú mismo te has dado la respuesta.
JORDI: ¿Y no os ha pasado que también pensabais que la teníais grande? Es que a mí me pasó lo de Joaquín, que tenía mucho vello por ahí y cuando me lo quité fue como, ¡ala! ha crecido de golpe.
SILVIA: Es un efecto óptico.
JOAQUÍN: Vas más cómodo.
JORDI: Ya, ya, si yo empecé a hacerlo por higiene. Bueno, y porque había escuchado que te crecía.
JAVIER: Que parecía que te crecía.
JORDI: Ya, ya, pero no sé, a mí las primeras chicas con las que estuve me decían que a dónde iba con esto, les asustaba.
MARISA: Hombre, si eran jovencitas…
SILVIA: Al principio te asustan todas.
JORDI: Ya. Pero te hacen pensar que vas bien armado. 
JAVIER: Eso también es un efecto óptico.
SILVIA: Una sobredosis de autoestima, más bien.
JORDI: Que tampoco viene mal, porque de temer que la tienes pequeña pasas a creerte que la tienes grande pero como después nadie te dice nada pues terminas asumiendo que la tienes normal y punto.
JOAQUÍN: Es que tampoco sabes, porque tan pronto ligas con una que flipa como te ligas a otra que ni te la mira. Así que no sé.
SILVIA: Cuestión de preferencias.
MARISA: Gustos.
JOTA: Y colores. Joselu, otra vez eres el más callado.
JOSELU: Es que no sé qué decir.
JOTA: Pues haz como los demás y di lo que quieras.
JOSELU: Es que nunca me ha pasado nada parecido. No sé.
SILVIA: Tú que eres de codearte con otras razas seguro que tienes unas cuantas anécdotas que contar relacionadas con este asunto.
JOSELU: Tampoco tengo tantas.
JOTA: Nos vale con que cuentes una. Y si la relaciones con Julio mejor.
JOAQUÍN: Venga, que seguro que te has trajinado a alguna con unas buenas peras.
JOTA: Contención.
JACOBO: El otro día me puse una peli que salía una chinita que se metía pelotas por el…
JOTA: Contención, por favor.
JOSELU: Pues hablando de chinas…
JACOBO: Cuenta, cuenta.
JOSELU: No era china. Era japonesa. Pero para el caso…
JOTA: Si te puedes ahorrar los detalles más delicados te lo agradecería.
JOSELU: Bueno, pues ya sabéis como son las asiáticas a la hora de follar con occidentales: cualquier polla le parece la de un caballo.
JOTA: No sé si me has entendido cuando he dicho lo de…
JOSELU: Voy a relacionarlo con lo de Julio, si me dejas.
JOTA: Te dejo, te dejo.
JOSELU: Eso, que me trajiné a una japo y la tía flipó pero de flipar, del mejor polvo que he metido en mi vida, vamos.
JACOBO: Madre mía.
JOAQUÍN: No me molan las asiáticas. Demasiado planas.
JOSELU: Esta estaba tremenda.
JOSELU: El caso es que después de aquello pues se me puso la autoestima por las nubes. Hasta que me ligué a una brasileña. El sueño de mi vida.
JOAQUÍN: Esa sí que tendría un buen culo porque los culos brasileños son míticos.
JOSELU: Habrías flipado, tronco. Me puse morado. Unas tetas…
JOAQUÍN: Buff.
SILVIA: Mira que dais asco.
MARISA: Estáis poniendo esto de babas…
JOSELU: A lo que voy. Me lío con la mulata esta, me pongo las botas, vamos a la cama, estamos ahí en medio del jaleo, me quita los pantalones, me quita los calzoncillos y… No dijo nada pero puso una cara que…
JACOBO: Es que los brasileños calzan.
MARISA: ¿Ah sí?
SILVIA: Eso dicen.
JULIO: Alguno habrá que no calce. Yo he visto un vídeo de un programa que echaban antes en la tele, no me acuerdo ahora de como se llamaba, que ponían guarradas a veces, y salía una reportera que era una golfa del copón entrevistando a un negro, y no sé cómo se las arreglaba para sacarle la chorra pero el caso es que se la sacaba. Y aquello no podía llamarse ni cacahuete. Y era negro...
JOTA: Siempre hay excepciones.
SILVIA: No se puede generalizar.
JAVIER: La brasileña esa a lo mejor no estaba acostumbrada a ver pollas blancas. Tampoco hay que ser mal pensado. A lo mejor le gustan más morenas, más bronceadas.
JOSELU: No sé. A mí la impresión que me dio es que estaba acostumbrada a otros tamaños.
JOTA: ¿Y qué hiciste?
JOSELU: ¿Qué que hice? Pues darle por todos los lados. Que la tendré más pequeña que un negro pero la sé usar bien. A galopar a cuatro patas. Ya pudo pensar lo que le dio la gana que a mí poco me importó.
JACOBO: Es que a cuatro patas es una puta pasada.
JOSELU: Y por pequeña que la tengas es que la tía goza la rehostia.
JOTA: Dejemos esas batallitas para la intimidad. En cuanto salgáis de aquí podéis quedar para contároslas mutuamente. Pues nada Julio, ya has visto por ti mismo que el tema que te atañe es una mera cuestión de gustos. Espero que poco a poco ganes autoestima y te olvides de la chica que te trajo aquí aunque también hay que agradecérselo porque gracias a ella hemos podido conocerte. Venga, que se nos hace tarde. Id exponiendo lo que pensáis de Joaquín, adelante.
MARISA: No sé si se le puede aplicar el mismo consejo que a nosotros.
JAVIER: Yo estaba pensando en eso mismo.
JOTA: Concretad un poco más.
MARISA: Pues que a lo mejor lo más adecuado es que deje a su novia. Le gustan las gordas, vale, no sé si es enfermizo o algo natural, no sé el alcance porque a veces suena un poco a obsesión pero lo que está claro es que su chica ha dejado de gustarle y no es justo para nadie, sobre todo para ella, estar manteniendo una relación así que no va a ningún lado ya.
SILVIA: Con lo que nos cuesta adelgazar y tú dejas de quererla porque está flaca.
JOAQUÍN: No lo he hecho a propósito.
SILVIA: Era broma, hombre.
JACOBO: Es que te pasa lo que a mí: gatillazos. Estamos contra la espada y la pared.
JAVIER: Es que estáis igual, es verdad.
MARISA: Pues para los dos la misma medicina: sinceridad.
JOTA: Es una de las que más estamos despachando.
SILVIA: Desde luego.
JOTA: Por algo será. Pero dinos, ¿cómo piensas afrontar la próxima vez que estés con tu novia?
JOAQUÍN: No tengo ni idea. No sé. No quiero pensar que me va a volver a pasar.
JACOBO: Es lo mejor que puedes hacer. Concéntrate en ella y al asalto.
MARISA: Tampoco estaría de sobra que fueses sin haber derrochado energía.
SILVIA: Eso es más bien para Jacobo, ¿no?
MARISA: Para los dos.
JOAQUÍN: Yo no me hago pajas.
SILVIA: Anda ya.
JOAQUÍN: Si encima de lo que me cuesta excitarme con mi novia, me hiciese pajas, es que simplemente no podría ni mirarla a la cara.
SILVIA: Pero una cosa es eso y otra no tocarte.
JOAQUÍN: Que te digo que no me toco.
SILVIA: Será ahora que estás así.
JOTA: ¿Y tú te tocas?
SILVIA: ¿Yo?
JOTA: Ya que habéis sacado el tema, y ya que soy tío y que siempre nos atacáis con eso…
JAVIER: Como si ellas no lo hicieran.
JOTA: Como si vosotras no lo hicierais, eso. Dinos, ¿sueles masturbarte? Marisa, ¿tú? Supongo que la contestación del sector masculino es afirmativa, de hecho estamos al tanto de las peculiaridades de cada uno, así que sólo queda por resolver el gran misterio de la masturbación femenina. Y bien, ¿algo que alegar, chicas?
MARISA: Yo si lo hago. A menudo, además. Cada vez más.
JACOBO: Madre mía. Me estoy poniendo malo hoy.
SILVIA: Yo es que prefiero tener a alguien.
JACOBO: ¿Qué te lo haga alguien?
SILVIA: Mi novio, sí.
JAVIER: Ya imaginamos que lo harás con tu novio. No te pongas nerviosa.
SILVIA: Si no me pongo nerviosa lo que pasa es que no es un tema que me guste tratarlo en público.
JOTA: Pues has venido al lugar idóneo.
JACOBO: Aquí se habla de sexo.
SILVIA: Tus ganas.
JOTA: Tranquilidad. Ya hemos quedado claro que, de un modo u otro, y en menor o mayor medida, tanto unos como otras lo practican. Misterio resuelto.
JAVIER: Probado queda.
JOTA: Aunque no sé yo si un porcentaje tan pequeño será demasiado relevante.
JAVIER: Algo es algo.
JOTA: Siguiendo contigo, Silvia.
SILVIA: La has tomado conmigo.
JOTA: Es tu turno. ¿No quieres decirle nada a Joaquín?
SILVIA: Sí, sí, si era broma. Nada, eso, que le digo lo mismo que ya le ha dicho Marisa, lo que ya le habéis dicho todos: sinceridad. Decir la verdad por mucho que duela. Lo que hoy duele un poco, mañana es insoportable, así que mejor hoy que mañana. Si esa chica ya no te gusta, por lo que sea, déjala.
JULIO: Ni siquiera tienes que decirle el motivo por el que la dejas.
SILVIA: Algo tendrá que decirle, ¿no? O va a dejarla así sin más explicación.
JULIO: Me refiero a que le puede mentir, inventarse algo en vez de decirle la verdad. No sé.
MARISA: Es que la verdad tiene miga…
JAVIER: Te dejo porque has adelgazado. Buff, no me gustaría verme en esas.
MARISA: Ni a mí.
SILVIA: Pues yo no sé qué prefiero, la verdad.
JOAQUÍN: Yo pienso lo mismo. Por eso estoy tan bloqueado.
JOTA: Y estar bloqueado conlleva no avanzar ni retroceder. Y no querrás estar inmóvil el resto de tu vida.
JOAQUÍN: No. No sé.
MARISA: También habría que conocer a su novia, a ver si la chica se va a estar pasando de la raya adelgazando y es verdad que el problema es suyo.
JOAQUÍN: No. No creo, vamos, diría que es cosa mía, que ella está bien. No sé.
JACOBO: Pero algo tendremos que hacer, está claro.
MARISA: Lo tuyo es más de psicólogo.
SILVIA: Es que te vas a hacer sangre un día de estos.
JACOBO: Que no es para tanto, exagerada.
JOTA: Estamos con Joaquín, recordadlo. Si te apetece seguir, Jacobo.
JACOBO: Es que como me veo reflejado en él no sé qué decirle. Me estoy haciendo a la idea de que todo lo que le habéis dicho también puede valer para mi caso.
JOTA: Bien hecho. Esperemos que te funcione. ¿No tienes nada más que añadir entonces?
JACOBO: Pues no sé. Cada uno tiene sus gustos, como decíais antes, y si la cosa no es demasiado rara ni te ciegas pues no veo mal que le molen las gordas. Otro asunto es lo de su novia, ya lo sé, pero a ver, es como si siempre ha sido rubia, se tiñe de morena y adiós. Cuestión de gustos.
SILVIA: Es cuestión de recapacitar. Vamos, lo mismo que tengo que hacer yo.
MARISA: Darle vueltas. Como ya te dijimos el primer día tal vez ya no sientas lo mismo por ella por otras razones y lo estés achacando a lo del peso porque no sabes a que se debe realmente.
JAVIER: A veces la respuesta más sencilla es la más acertada.
JOTA: Ahí lo tienes, Joaquín. Medítalo, repasa los momentos que has vivido con tu novia, concluye si vencen los buenos o los malos y analiza con tacto especial vuestra situación actual. Haz como Silvia, una especie de lista. 
SILVIA: Pero olvídate del peso.
JOAQUÍN: Ya, ya.
JOSELU: Con lo que me gusta a mí una tía delgadita.
SILVIA: No tendrás prejuicios contra las rellenitas también, ¿no?
JOSELU: Bah.
JOTA: No empecéis. Joselu, ¿algo más?
JOSELU: No. Lo que acabo de decir. Que aproveche con ella, ahora que está delgada, joder, que no sea tonto.
SILVIA: Cuánta sensibilidad.
JOSELU: Joder, si la tía siempre ha estado gorda y ahora ha adelgazado, ¿dónde está el problema?
MARISA: No te enteras de nada. Has estado aquí todo el tiempo y no sabes de qué se está hablando.
JOTA: Creo que este, y todos, son asuntos un poco más profundos, Joselu, que no se arreglan como tú defiendes. Joaquín se enamoró de su novia porque estaba gordita. Ahora que no lo está, siente que ya no le gusta.
JOSELU: Bueno, pues yo que sé. Yo me quedaría con ella. No sé.
SILVIA: Pero porque está delgada.
JOSELU: Pues claro. ¿Qué pasa?
JOTA: Nada, nada, no pasa nada. Como Joselu ya se ha pronunciado, tiene que hablar Jordi.
JORDI: A mí no es que me gusten gordas, ni siquiera rellenitas. Me gustan tetonas, con un buen culo, pero delgadas.
SILVIA: Tetonas flacas. ¿Eso existe?
JACOBO: Joder, si existen. El otro día vi yo una en una peli…
JAVIER: Menudo repertorio tienes. Eres todo un cinéfilo.
MARISA: Lo malo es que solamente le gusta un género.
JAVIER: Eso es lo malo.
JOTA: Jordi.
JORDI: Lo que decía. Que me gustan las tías que tengan dónde agarrar.
JOSELU: A los nardos gordos sí que te agarras.
JOTA: Ya vale, por favor.
JORDI: Lo dicho, me fijo en chicas que sean así, me gustan así. No sé. Me cuesta imaginarme con una gorda ahí… Buff, yo creo que me aplastaría.
JAVIER: Hombre, tampoco le gustarán obesas.
MARISA: No te creas.
JOSELU: Otro chalado.
JORDI: Es que es un poco lo que él dice. Tal vez sea un problema como para tratarlo en otro sitio. En un psicólogo o algo.
JOSELU: Pues como lo del pajillero este.
JORDI: Lo mismo.
JOTA: Esa es una opción que se les ha ofrecido desde el primer día que vinieron y que espero que hayan descartado, pero no deja de ser algo que deben decidir por ellos mismos, sin que se lo imponga nadie.
JORDI: No impongo nada a nadie, simplemente no creo que estando aquí de palique mejoren.
JAVIER: Ahí tiene razón. Porque tanto el uno como el otro continúan haciendo lo que hacían, no sé si con mayor intensidad, y por más que le aconsejemos que dejen a sus novias…
JOTA: Bueno, a Jacobo no le hemos aconsejado nada todavía.
JAVIER: Hablo del caso de Joaquín. Por más que nos haga caso y termine rompiendo con su novia, ¿luego qué?
MARISA: Es que si cada vez le gustan más gordas…
SILVIA: 120 kilos…
JOSELU: Tela.
JAVIER: Este deja a su novia porque no le gusta que esté flaca, el otro sigue con ella pero se la sigue cascando como un mono… No sé qué clase de soluciones son esas. Son más bien parches. No te estoy culpando a ti, ni tampoco a las reuniones, que conste. Yo daba por hecho que aquí poco podrían hacer por mí pero siendo honesto, y por muy malos ratos que se pasen a veces, poniéndole empeño creo que puedo ver la luz al final del túnel, como se suele decir. Ahora bien, aquí hay casos de psicólogo y las reuniones para esos casos me parecen absolutamente inútiles.
JOTA: ¿Es eso lo que le dirías a Joaquín o a Jacobo?
JAVIER: No digo que sean ellos quienes no tienen nada que hacer aquí, ¿eh?, al menos no los únicos, sino que, repito, pueden salir ahí afuera, enfrentarse a su vida, a sus problemas, corregirlos y les parecerá que todo está bien, que todo ha pasado y que ya se han curado pero es que no va a ser así. Si siguen igual, no.
SILVIA: Joaquín seguirá fascinado por la carne.
MARISA: Y el otro pelándosela hasta hacerse daño.
JOTA: Si ya me vais conociendo un poco sabréis bien que no soy propenso a que deis detalles si no tienen sentido pero me arriesgaré. Jacobo, cuando nos decías que podías pasarte horas masturbándote, ¿podrías dar un número aproximado de repeticiones?
JACOBO: ¿Qué cuantas me hacía?
JOTA: Bingo. En un tarde normal, estando en forma, una media. Aproximada. Nos conformaremos con eso.
JACOBO: Yo que sé…
JOTA: Te lo pregunto porque desde que viniste nos pareció algo exagerado y no conocemos ese número que tan exagerado nos parece.
MARISA: Si se tira toda la tarde, echa cuentas.
SILVIA: Pero puede que cada una le lleve mucho rato.
JOTA: Claro.
JACOBO: No sé, cada una me lleva lo normal. Teniendo en cuenta que puedo pasarme de 4 a 5 horas…
JAVIER: La virgen.
JOSELU: Vaya crack.
JAVIER: La tienes que tener desgastada.
JOSELU: Como para funcionar con la novia, tío. Resérvate un poco, que te vas a quedar en nada.
JAVIER: Es que es demasiado. Tiene que tener callos.
JACOBO: No sé decirte.
JOTA: Venga, una cifra.
JACOBO: Diría que mi récord está en 21. En una tarde.
JAVIER: La virgen.
JOSELU: Eso no lo bate ni Dios.
JORDI: Madre mía.
JOSELU: Tú calla, que seguro que te molaría hacerle unas cuantas. O a cualquiera de nosotros. ¿Qué me dices? ¿Te animas?
JOTA: Estabais muy tranquilos, no volváis a lo mismo, por favor.
JAVIER: Eso tiene que doler. Y mucho.
MARISA: Es que es así es imposible que tenga contenta a la novia.
JAVIER: Por eso decía que no me parece algo que se pueda solucionar así como así.
JOSELU: Anda que lo tuyo tiene tela también. Con tu prima.
JACOBO: Ya te digo, mucho hablar de mí pero lo tuyo es peor. Menudo enfermo, preñando a su propia prima.
JOTA: Javier, como cualquiera de vosotros, puede decir lo que le apetezca siempre y cuando sea respetuoso. Nadie es peor que nadie, y por tanto, nadie es mejor que nadie. Comportaos y dejad de ser tan gallitos que estamos entre amigos. Cuando salgáis a la calle entonces os podéis poner todo lo farrucos que queráis, pero con la vida que es a la que tenéis que enfrentaros, no entre vosotros y sin motivos. Como más o menos ya os habéis pronunciado acerca de Jacobo y para aprovechar el tiempo que nos queda, pasamos a Jordi. ¿Os parece? Marisa, empieza.
MARISA: Supongo que todo tendrá una explicación más profunda y enrevesada y científica y no se podrá juzgar sin pruebas contundentes pero sigo opinando lo que le dije cuando llegó.
JOTA: ¿Qué es gay aunque no lo sepa?
MARISA: Que es gay y no lo admite.
SILVIA: Yo pienso más o menos igual. Aunque claro, dice que también le gustan las mujeres...
JOAQUÍN: Yo nunca llegaría a hacer lo que él pero no me parece tan raro. He oído historias de tíos que cuando se emborrachan se ponen en ese plan y tanto le da con tíos que con tías. Aunque sean heterosexuales. Lo digo porque contó que había estado de fiesta cuando probó con un tío por primera vez.
JOTA: Buena memoria.
JOAQUÍN: Y además si dice que sólo le gusta pajear...
JOSELU: Y chupar.
JOAQUÍN: Bueno, lo que sea, mientras no le guste dar por culo o que le den... No sé, es algo muy raro, pero yo no lo llamaría gay.
SILVIA: Bisexual.
JOAQUÍN: Pues a lo mejor. No sé. Es raro.
JOSELU: Al psicólogo también.
JOTA: Julio.
JULIO: También me parece raro porque tengo algún amigo gay y para empezar no le gustan los heteros. Y para seguir, yo como hetero que soy jamás me iría con otro tío.
JOAQUÍN: Pero y si tomas algo que te desinhibe y no lo puedes controlar.
JAVIER: A mí me pasaba con los porros. Me ponía como una moto. Estoy hablando de cuando tenía 16 o 17 años. Me ponía tan caliente que me asustaba porque a esa edad lo más lógico es que si te pones tonto no te quede otra que aliviarte tú solo pero es que, aparte de poder hacerme 3 o 4 seguidas, que parecía aquí el amigo, mientras estaba dándole pensaba en tías, en tíos, y en todo lo que me pasaba por la cabeza.
JOSELU: ¿Animales también?
JAVIER: No, joder, entendedme, que no controlaba los pensamientos.
JOTA: Qué curioso.
JAVIER: Por eso dejé de fumar, porque no era ni medio normal como me ponía.
JORDI: ¿Pensabas en tíos?
JOSELU: Míralo, se ha puesto tontorrón el Jordi.
JAVIER: Sí, yo que sé. Vamos, no es que yo me pusiera de hecho a pensar en tíos, es que surgían porque sí. Mientras te la estás meneando tampoco eres muy consciente de otra cosa, estás a lo que estás, yo que sé. Pero sí, recuerdo que una de las imágenes que se me pasaba por la cabeza era la del vestuario, después de jugar al fútbol, que yo siempre he sido futbolero. Ya veis.
JOTA: ¿Y eso solamente te pasaba cuando fumabas?
JAVIER: Y no siempre.
JOTA: Vaya. Gracias por la historia. Ya que estamos, y aunque nos saltemos el orden, ¿piensas que Jordi es gay?
JAVIER: Él es otro de los casos que creo que no se pueden arreglar aquí.
JOTA: ¿Eso quiere decir que no?
JAVIER: Como ha dicho Silvia, si acaso bisexual. Si acaso, que tampoco estoy muy convencido.
JOTA: ¿Entonces?
JAVIER: Si yo lo supiera. Si ni siquiera sé porque yo estoy como estoy.
JOTA: Ya. Joaquín, ya has hablado antes, ¿quieres añadir algo más?
JOAQUÍN: No. No sé. Lo que ya he dicho. Que no lo llamaría gay, bisexual todavía, pero gay no. Y menos si empezó estando de fiesta. Todos hemos hecho locuras por ahí.
JOSELU: Pero no comerle la polla a otro tío, coño.
JULIO: Y empezaría estando de pedo pero las siguientes veces que lo ha hecho no lo estaba.
JOTA: Eso no lo sabemos.
JORDI: Tiene razón. La primera vez sí que lo achaqué a que había bebido y tal pero las siguientes ha sido algo totalmente premeditado. La última vez, por ejemplo, estábamos aquí y yo estaba chateando para quedar después.
JOTA: El tema de los móviles me está volviendo loco. Voy a acabar prohibiéndolos. Hora y media sin móviles.
MARISA: Tampoco pasaría nada.
SILVIA: Yo casi que te lo agradecería.
JOAQUÍN: Y nada. Tal vez no haya que darle tantas vueltas y al tío le gusten ambas cosas y se acabó.
JOSELU: La carne y el pescado.
JACOBO: Esos son los más listos: si no pillan por un lado pillan por otro.
JOSELU: A mí sólo me gusta pillar por uno. No sé a ti. ¿También te pajeas viendo mariconadas?
JACOBO: Qué dices, tío.
JOTA: ¿Y sobre Joselu que tenéis que decir?
JOSELU: Pues que soy el mejor. El que más sabe.
MARISA: A ti no te hace falta abuela.
SILVIA: El mejor de los peores.
MARISA: Para mí, es el ejemplo más evidente de lo que decía Javier: hay personas aquí que precisan atención profesional.
SILVIA: O leer.
JOSELU: Yo no necesito que me atienda un loquero.
SILVIA: Pero leer nunca viene mal. Ni a ti ni a nadie. A ti menos que a nadie.
MARISA: Es que, macho, ¿qué vas a hacer si un día te pillan tus colegas con una china?
SILVIA: Con la japo.
MARISA: O con la mulata.
JAVIER: Esas cosas hay que solventarlas cuanto antes. Si te gustan gordas, vale; si te gusta hacerte pajas, vale; si te gusta mamarla aunque eres hetero, vale; si te atraen las extranjeras aunque eres facha, vale también, pero coño, si todo eso son obsesiones, hay que tratarlas. Aunque se vayan a quedar solos.
JOTA: ¿Solos?
JAVIER: Sí, solteros. Este deja a la novia pero le siguen pirrando las obesas, el otro sigue siendo un pajeador convulsivo pero sin novia, Jordi es heterogay, Joselu un facha amante de las guiris… Vosotros me diréis.
SILVIA: Nada, que somos un atajo de chalados. Al final, Jaime tendrá razón y todo.
JAVIER: No es que seamos unos chalados pero, aparte de que las reuniones nos sirvan para poco o para nada, sí que creo que, aun haciendo caso de los consejos que nos damos aquí, como ya he dicho, a alguno les hace falta algo más. Otro empujón.
JOTA: Psicólogos.
JAVIER: Oye, que al que le baste venir aquí, hablar y escuchar, estupendo. Yo firmo para que a mí me valga eso nada más.
JOTA: ¿Piensas que tú mismo necesitarás ayuda psicológica?
JAVIER: Tú me dirás. Llevo años liado con una de mis primas y la he dejado embarazada. Necesito un psicólogo. Y ella otro. Necesitamos uno bueno, de hecho. Primero zanjar ciertas cosas, empezar por el principio, como tú has dicho antes, y después lo más probable es que tengamos que recurrir a psicólogos.
JOTA: No es nada malo.
JAVIER: Lo sé. Y es que no creo que ni ella ni yo seamos tan fuertes como para superarlo sin ayuda. Y no estoy hablando de pastillas. El simple hecho de estar aquí con vosotros ya siento que me está viniendo genial, ya lo he dicho antes. Pero otra cosa es recomponerse por completo.
JOTA: Cuánto me alegra oír que venir te ayuda en parte.
JAVIER: Pues es la verdad. No sé los demás pero si no fuera por estas reuniones a saber dónde estaría ahora mismo. Dándole vueltas al coco, fijo. Y mira, si por lo menos venir aquí me vale para aclararme un poco, pues oye, eso que me llevo que ya es bastante más de lo que tenía cuando vine el otro día.
MARISA: Eso lo tenemos que agradecer todos.
SILVIA: Claro.
JOTA: Bueno, gracias por la parte que me toca. Me gustaría ayudaros tanto como fuese posible, que os fuerais a casa como personas nuevas, pero como dice Javier, si salís de aquí aunque sólo sea un poquito mejor, me conformo. Tened en cuenta que si acabáis acudiendo al psicólogo o a algún otro profesional tampoco es nada malo. Diría que incluso forma parte del kit de las reuniones. Tomaos esto como el primer paso a dar para hacer el cambio. Y volviendo al punto en el que estábamos, ¿qué pasa con Joselu?
JULIO: Me tocaba a mí. Yo creo que es el caso más raro de todos.
JOSELU: Picha corta.
JOTA: Respetamos las opiniones de los demás.
JULIO: Y me cuesta pensar en alguna solución para él.
JACOBO: A mí como me gustan todas…
JOTA: No podéis ofrecerle ningún consejo pues.
JULIO: La verdad es que no.
JACOBO: Yo tampoco.
JORDI: Es que por mucho que tengas predilección por algo, lo de que te gusten las extranjeras nada más resulta raro.
JAVIER: Raro de cojones.
JOSELU: Quién fue a hablar, el que se ha follado a su prima.
JACOBO: Y sin condón. Y se le corrió dentro.
JOTA: Vale, todos nos hacemos una vaga idea de cómo se deja embarazada a una chica, Jacobo, gracias por el nuevo repaso de educación sexual.
JAVIER: Yo no niego que lo mío sea raro, como tampoco niego que sea el primero que necesite más apoyo. Todo lo que digo lo digo pensando en mí en primer lugar. Pero lo mío sería mucho más chocante si además de estar con quien estoy, la odiase.
JOSELU: ¿Eh?
JAVIER: Joder, ¿no sería más raro que estuviese con mi prima y la odiase?
JOSELU: Pero es que nadie odia a sus primas. ¿Alguien odia a sus primas?
JACOBO: Ya me gustaría a mí odiarlas…
JOAQUÍN: Y a mí.
JOSELU: Pues eso, que no sé de qué coño hablas.
JOTA: Habla de que no se puede odiar y amar a la vez.
SILVIA: Dicen que amores reñidos son los más queridos.
JOTA: No empecemos con las frases hechas, te lo ruego.
MARISA: Las odia.
JOTA: A ver, que nos vamos por las ramas. Javier está poniendo el ejemplo de que imagines que odias a cualquier otro colectivo, yo que sé, a los pelirrojos, los odias, ¿vale? por lo que sea, no vamos a entrar en eso. Tú tienes tu grupo de amigotes que también los odian…
JOSELU: No odiamos a nadie, ¿eh? Que me estáis poniendo mucho peor de lo que soy.
JOTA: Pues no te gustan los pelirrojos, no te gustan nada, ni a tus amigos tampoco. Os gustan tan poco que abogáis por no mantener relaciones con ellos.
JOSELU: ¿Qué estás diciendo de abogados?
JOTA: Que preferís no relacionaros con personas que tengan el pelo de ese color. Sin embargo a ti, a pesar de todo, te atraen las chicas pelirrojas, te fascinan, y te gusta ligar con ellas y acostarte con ellas. Pues ahora cambia la palabra pelirrojo por primas.
JOSELU: Pero joder, aunque no te lleves bien con tu familia, es tu familia. ¿Cómo los vas a odiar? O sea, primero los odias y luego te los zumbas.
SILVIA: No lo pilla.
MARISA: Si es que de donde no hay…
JAVIER: Es lo mismo, tío. El ejemplo de Jota y lo que yo te estaba diciendo es lo mismo. No puedes sentirte atraído por quien te repele.
JORDI: Es que no le repelen las extranjeras, es evidente, ¿no? Que por obligación social o lo que sea no pueda relacionarse con ellas abiertamente, pues bueno, pero para mí que es una idea que se ha hecho, una burbuja o algo así y claro, la consistencia de las burbujas ya sabemos cuál es. Por eso digo que me parece muy raro que sólo le gusten las de fuera.
SILVIA: Vete tú a saber si precisamente por no poder fijarse en las de fuera le han empezado a gustar. Somos así de especiales.
MARISA: La atracción por lo prohibido.
JOTA: Me parece muy interesante esto último que habéis dicho. ¿Qué opinas, Joselu?
JOSELU: Pues que no hace falta rumiar tanto. Me atraen cierto tipo de personas por equis razón y punto.
JOTA: Ya, pero te mueves en entornos donde esas personas no son bien recibidas, o no está bien visto mantener relaciones con ellas. De hecho, tú mismo eres defensor de no mantener relaciones con ellas pero al mismo tiempo mantienes relaciones con ellas a espaldas de tu entorno. Algo falla, ¿no crees? Es muy interesante lo que ha dicho Silvia y Marisa. Puede ser que esa prohibición haya sido la que te ha inculcado la preferencia, aunque haya sido sin que seas consciente y a largo plazo.
JAVIER: ¿Sólo te gustan las guiris?
JOSELU: Me gustan todas.
JACOBO: Como a mí.
JOTA: Pero prefieres estar con chicas extranjeras.
JOSELU: Sí.
JOTA: Aun cuando sabes que no deberías estarlo.
JOSELU: Sí.
JOTA: Entonces entenderás que hayamos estado todo el rato diciendo que es raro. Pero tan raro como puede ser cualquiera de los otros casos que tenemos aquí, no pienses que te insultamos ni que eres el más raro de la clase. Aquí todos tenemos nuestros más y nuestros menos. Y de todas formas lo único que queremos es ayudarte, no lo olvides. En fin, que no sé si te servirán de algo estas reuniones o si, como dice Javier, tendrás que ir al psicólogo también. Personalmente, y en principio, me atrevería a decir que no, que no estás tan mal, que tal vez todo se arregle con cambiar de entorno y no hacer caso a lo que piensen tus amigos.
JOSELU: Como si fuera tan fácil.
JOTA: Y de nuevo nos estrellamos con el mismo muro. Pues si no es fácil plantar a tus amigos, mucho menos fácil es estar escondiéndote para ligar. ¿Vas a estar siempre así? ¿Qué hay de tu futuro? ¿De la chica de tus sueños? ¿Nunca te vas comprometer seriamente con alguien? ¿Tus relaciones siempre van a ser clandestinas? Te digo lo mismo que los demás: si eso es lo que quieres, adelante, pero la excusa de que no es fácil ya no me sirve porque estáis todos en situaciones que se pueden llamar de muchas maneras excepto fáciles. Así que vosotros decidís si dais un paso que sé que es difícil, incluso muy difícil en algunos casos, pero que sepáis que ese paso tan complicado de dar es para libraros de una situación que es tanto o más difícil y que a la larga puede tornarse aún más delicada. Es pasar un mal trago para no morir atragantado.
SILVIA: Eso también es una frase hecha.
JOTA: ¿Ah sí? Pues me la acabo de inventar. En fin, si no hay nada más que queráis decirle a Joselu podemos pasar a Javier para ir acabando.
JOSELU: Eso sí que es raro.
JAVIER: Qué plasta eres, macho.
JOTA: Marisa, venga, que nos distraemos a la mínima.
MARISA: Más que raro, que lo es, lo tuyo es urgente. O te das prisa o pronto no vais a poder ocultarlo por más que pretendáis seguir como si nada.
JAVIER: No pretendemos seguir como si nada. Nos estamos haciendo a la idea de que todo va a cambiar. Aunque mañana decidamos no tener ese niño.
JOSELU. ¿Pero es que pensáis tenerlo? Sería mejor odiar a tu familia.
JAVIER: En serio, tío, tú no estás bien de aquí arriba, ¿no? Te faltan unos cuantos tornillos. ¿A qué viene eso ahora? ¿Todavía no lo has pillado?
JOTA: Por favor, haya paz.
MARISA: Yo lo que haría es solucionar primero lo del embarazo y para eso sólo hay una solución posible. Y después lo de vuestro lío que, bueno, también tiene una solución nada más. Una vez hayáis hecho eso, y si os sale bien, no tendríais ni que contarle nada a nadie.
SILVIA: Pero daos prisa. Yo me pondría a ello ya. Entre informarte dónde puedes ir a abortar…
MARISA: Si es que aún se puede.
SILVIA: Esa es otra. Informarte de si se puede o no, informarte de a dónde puedes ir, pagarlo…
JAVIER: Bueno, me hago una idea de que no es algo que se haga en una tarde.
SILVIA: Y que son muchas cosas.
JAVIER: También lo sé.
MARISA: Tienes que ponerte ya.
JAVIER: Ya.
SILVIA: Cada minuto cuenta y aunque no sea fácil es mejor hacerlo cuanto antes.
JAVIER: Ya.
JOTA: Es algo muy delicado, Javier. Puede que el tuyo sea el caso donde el tiempo es el factor más fundamental. Como dice Silvia, cada minuto cuenta. Si esperas mucho puede que sea demasiado tarde.
SILVIA: Dentro de unas pocas semanas puede empezar a notarse y ahí sí que ya no lo podréis esconder.
JAVIER: Es un poco pronto como para que se note.
MARISA: Depende de lo que venga.
SILVIA: Y cada mujer es distinta. Puedes estar de 5 meses con un barrigón y otras estarán a punto de parir y apenas tendrán barriga. Es así.
JAVIER: En cualquier caso, es muy pronto.
JOTA: Pues aprovéchalo para empezar a moverte ya.
JAVIER: Entonces aborto y ruptura.
JORDI: Parece el título de un disco.
JOTA: O de un libro.
MARISA: Yo es lo que te recomendaría. Aunque duela.
JAVIER: Va ser jodido.
JOSELU: Haberlo pensado antes.
SILVIA: Lo jodido vendrá si no le pones remedio.
MARISA: Pero jodido, jodido. Haciendo lo que te estamos diciendo cada uno podrá hacer su vida por separado, podrá ser feliz, dejar de esconderse. Y, joder, seguiréis siendo familia. Así que no le des más vueltas. 
JAVIER: Eso no sé si es bueno o malo.
JOTA: Hombre, yo te veo bastante convencido de que hay que hacer lo que hay que hacer.
JAVIER: Otra cosa es que tenga ánimos para hacerlo.
JOTA: También sabes que puedes recurrir a otra clase de ayudas. Creo que también lo tienes claro, de hecho eres el que más claro tiene que tendrá que recurrir a esas ayudas.
JAVIER: Es que ya te digo que no creo poder tirar de todo yo sólo.
SILVIA: Está ella también.
JAVIER: Pero bastante tiene ya.
JOTA: Nos tienes a nosotros. Puedo hablar con… puedo pedir que me den la dirección de algún especialista y dártela el próximo día.
JAVIER: Mejor te doy el número de móvil. Me gustaría empezar a ir cuanto antes.
JOTA: Pues antes de irte me lo das y en cuanto lo tenga te llamo.
JAVIER: Vale.
JOTA: Marisa, Silvia, ¿algo más que decir?
MARISA: Nada más. Que cuente conmigo si necesita algo. Tanto él como… ella.
SILVIA: Lo mismo digo. Somos mujeres y siempre podemos ofrecerle otra perspectiva.
JAVIER: Muchas gracias a las dos. De verdad. Gracias.
JOTA: Estamos para ayudar, ya lo sabes. A ver, el siguiente.
JULIO: Me toca a mí.
JOTA: Pues adelante.
JULIO: No sé qué más decirle. Ya le han dicho de todo.
JOTA: Di lo que quieras, lo que pienses.
JULIO: No sé. Que se ponga las pilas, que como se le eche el tiempo encima luego se van a arrepentir.
JOTA: ¿Eres partidario de aborto y ruptura?
JORDI: Es lo más sensato, ¿no?
JULIO: Claro. No sé. Es lo más sensato.
JOTA: ¿Algo más?
JULIO: No.
JOTA: Joaquín.
JOAQUÍN: Pues no sé.
JOSELU: A ti te molarán las preñadas, ¿no? Si te ponen las gordas…
SILVIA: No eres más tonto porque no te entrenas.
JACOBO: Alguna vez he visto alguna de embarazadas y no te creas tú que… Mola por los tetones que se les ponen, pero no sé.
MARISA: Otro que tal baila.
JOTA: A ver, por favor, está hablando Joaquín.
JOAQUÍN: No, no me gustan las embarazadas. Tiene que ser algo natural.
JOSELU: Me imagino el título de las pelis que verá, en plan, gordas naturales.
JORDI: Seguro que existe.
MARISA: Pregúntale al experto.
JACOBO: No me suena.
SILVIA: Como cabras.
JOTA: Joaquín, pronúnciate, hazme el favor.
JOAQUÍN: Que no me gustan las preñadas. Y en cuanto a su caso pues no sé qué decirle, la verdad. Que la prima no tenga al bebé y que lo dejen, aunque le cueste. Es lo mejor que puede hacer. Para poder tener otra vida. Los dos. La prima y él. No sé.
JOTA: Muy bien. Gracias. Jacobo.
JACOBO: No tengo mucho más que añadir, ya lo han dicho todo. No sé.
JOSELU: Anda, que te estás mordiendo la lengua para no decirle que se la siga tirando y que se graben para que puedas verlo antes de quedar con tu novia.
JOTA: Ahora mismo no sé si echarte o pedirte que te tomes un minuto para decidir si te quieres ir por ti mismo.
JOSELU: ¿Eso qué quiere decir?
SILVIA: No, si es que encima es cortito, pero cortito.
JOTA: Quiere decir que no te veo demasiado cómodo desde hace rato. Así que mira, ¿te acuerdas de lo que hizo Jaime? Pues si lo deseas puedes seguir sus pasos. Y no lo digo a malas. Aquí no queremos que nadie se quede en contra de su voluntad. No es lo que buscamos.
JOSELU: Pues nada, me piro.
JOTA: Si eso es lo que quieres… Puedes volver el lunes si te apetece.
JOSELU: No creo que me apetezca.
JOTA: He dicho si te apetece.
JOSELU: Pues eso.
JOTA: Pues nada. A ver si nos vemos algún día. Cuídate.
SILVIA: Es que si no quieren estar aquí, ¿para qué vienen? Nadie los obliga. Parece que les gusta incordiar. Quedarse en un sitio en el que estás a disgusto sólo para molestar. Es que no lo voy a entender nunca. Es como el típico malote que había en todas las clases.
JAVIER: El repetidor.
SILVIA: Ese.
JOTA: Bueno, ya vale. No ha sido nada. Continuemos. Estaba hablando Jacobo.
JACOBO: No. No sé. Poco más que decir. Que se dé prisa, que está en un aprieto muy serio y que puede agravarse mucho más. Que aproveche el tiempo pero desde hoy mismo. Y ya está.
JOTA: Seguro que lo hace. Te toca a ti Jordi.
JORDI: Yo le diría que aborto y ruptura.
JOTA: Lo tienes muy claro.
JORDI: Clarísimo. Yo estaría en todo momento con la chica, apoyándola en todo y decidiendo juntos y todo eso, pero una vez hecho el aborto, cortaría con ella. Lo tengo claro, claro. Es que son primos. ¡Primos! Y no se ella, pero él parece que tiene una edad ya…
MARISA: Pero si tiene 27. Entonces yo debo parecerte una vieja senil, vamos.
SILVIA: Esta juventud…
JORDI: Me refería a que llega un momento en la vida en que te planteas sentar la cabeza, ¿no? Y él lleva muchos años con su prima y para cuando quiera ponerse a buscar a otra…
MARISA: Pero si es muy joven. Me estás dando unos ánimos… Para cuando quiera ponerme yo a buscar me va a ir de narices.
SILVIA: Cuando tienes 20 los de 25 te parecen mayores. Hasta que cumples 25…
MARISA: O 30, que es cuando echas de menos tener 20. O 25.
SILVIA: Cuando haces 25 los de 20 te parecen unos niñatos.
MARISA: Y cuando superas los 30 te gustaría tener 20 otra vez.
SILVIA: Nunca estamos conformes.
JOTA: Me estáis contagiando de nostalgia. Jordi, sigue.
JORDI: Pues nada, que opino eso, que no debería distraerse y que debería ponerse al lío desde ya. Y que no te estoy llamando viejo.
JAVIER: Lo sé, si te estoy entendiendo.
JORDI: Pues eso. Que hay ciertas cosas que no se pueden dejar para mañana y lo tuyo es muy gordo como para dejarlo.
JAVIER: Ya veré como lo hago.
JOTA: Ánimos no te van a faltar, tenlo en cuenta. Y si nadie tiene nada más que decir, podemos ir recogiendo.
SILVIA: Como decían los profes.
JOTA: Si es que al final, entre unos y otros, me estáis convirtiendo en uno. Nada, que creo que ha estado muy bien esta primera reunión general y que espero que el lunes vengáis todos.
MARISA: O casi todos…
JOTA: Los que quieran venir. Espero que podamos repetir y que vaya tan bien como hoy, como mínimo. Algunos de vosotros tenéis deberes. Al resto os interrogaré acerca de lo que habéis hecho desde hoy hasta el lunes. Esos serán vuestros deberes. Ala, podéis salir. Hasta la próxima. 


SIGUIENTE CAPÍTULO: JOTA: día 5





911c420f-3bb7-34a7-95bc-74f21b0f3964

No hay comentarios:

Publicar un comentario